¿Sabes cuánta energía estás desperdiciando o ahorrando? ¿Quizás solo analizas esto cuando recibes la factura eléctrica?

Todo ayuda.

Esta expresión, que puede sonar antigua, sigue siendo apropiada cuando se habla de consumo energético. Las pequeñas acciones cotidianas son las que aportan beneficios a largo plazo.

Pero ¿Por cuál empezar? Si todavía no sabes si optimizar el sistema de climatización o automatizar el funcionamiento de la iluminación puedes plantearte contratar una auditoria energética.

¿Qué es una auditoría energética?

Una auditoría energética es una evaluación exhaustiva de tus instalaciones para identificar oportunidades de ahorro y mejorar la eficiencia energética. Es como una radiografía que nos permite conocer todos los aspectos clave de tu consumo energético.

Es un paso vital para muchas empresas que quieren abordar la manera que tienen de consumir energía en su negocio.

¿Para qué sirve una auditoría energética?

Al estudiar el funcionamiento de las instalaciones se recopilan datos, se realizan inspecciones de los equipos y se prueba el rendimiento de los sistemas. Con todo este análisis obtendrás una imagen clara de por dónde empezar a abordar la gestión energética de tus instalaciones siguiendo tres objetivos claros:

Ahorro de costes: Una auditoría energética te ayudará a identificar los puntos donde puedes reducir el consumo energético y, por lo tanto, ahorrar en tu factura de electricidad. Imagina lo que podrías hacer con ese dinero extra en tu negocio.

Eficiencia energética: Descubrirás áreas donde puedes optimizar el uso de la energía, desde la iluminación hasta los sistemas de climatización. Esto no solo te permitirá ahorrar dinero, sino también reducir tu impacto ambiental.

Cumplimiento legal: En España, la legislación vigente exige que las grandes empresas realicen auditorías energéticas. Cumplir con estos requisitos legales evitará sanciones y te posicionará como una empresa comprometida con la sostenibilidad.

¿Cuál es el mejor momento para hacer una auditoría energética?

Te recomendamos dos grandes momentos.

Obras en las instalaciones → Renovación o apertura: Si estás pensando en remodelar tu tienda o abrir un nuevo local, este es el momento perfecto para realizar una auditoría energética. De esta manera, podrás implementar medidas eficientes desde el principio y evitar gastos innecesarios a largo plazo.

Si ya llevas tiempo trabajando en gestión energética, las obras son el momento perfecto para aplicar tus propios criterios de instalaciones eficientes.

Cambios en la normativa: Si la legislación ha cambiado recientemente, es importante que te asegures de que tu negocio cumple con los nuevos requisitos. Una auditoría energética te proporcionará las herramientas necesarias para adaptarte a los cambios normativos.

Auditoría energética Vs Certificación energética

No. No es lo mismo

La certificación y la auditoría energéticas son dos conceptos distintos, aunque están relacionados.

La certificación energética es un proceso para evaluar y calificar el nivel de eficiencia energética de un edificio. Este certificado proporciona una puntuación y ofrece, a mayores, información sobre el consumo energético estimado y recomendaciones.

Por otro lado, la auditoría energética es un estudio más exhaustivo y detallado del consumo energético de un edificio, una instalación o un negocio. Una auditoría energética proporciona recomendaciones específicas y medidas detalladas para optimizar el rendimiento energético y reducir los costes.

Ya se ha hecho la auditoría. ¿Y ahora qué?

Una vez que se ha completado una auditoría energética en tus instalaciones, es importante tomar acciones concretas para aprovechar al máximo los resultados obtenidos.

Aquí tienes 3 pasos clave que puedes seguir:

  • Implementar las recomendaciones

Utiliza los hallazgos y recomendaciones de la auditoría para llevar a cabo las mejoras y cambios necesarios en tus instalaciones.

Esto puede implicar la actualización de equipos y sistemas obsoletos, la instalación de tecnologías más eficientes, el ajuste de la iluminación y la climatización, entre otros. Prioriza las medidas identificadas que proporcionen el mayor ahorro energético y retorno de inversión.

  • Establecer un plan de acción

Desarrolla un plan detallado que incluya los pasos a seguir, los plazos y los responsables de cada acción. Establece metas realistas y cuantificables para monitorear tu progreso a medida que implementas las mejoras. El plan de acción te ayudará a mantener el enfoque y la organización en todo el proceso de optimización energética.

  • Monitoriza y evalúa

Una vez que hayas implementado las mejoras, es fundamental monitorizar y evaluar continuamente el rendimiento energético de tus instalaciones.

Usa en tus instalaciones sistemas como EMS para medir y analizar el consumo energético en tiempo real. Aquí tienes información de qué es y cómo funciona un EMS (Energy Management System)

Esto te permitirá detectar desviaciones y tomar medidas correctivas cuando sea necesario. Además, realiza evaluaciones periódicas para medir los resultados y ajustar tus estrategias en consecuencia.

👷 Recuerda que una auditoría energética es solo el primer paso. La clave está en usar esa información para desarrollar un plan estratégico de energía.

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