Qué es la norma UNE-EN ISO 52120-1 y por qué es relevante hoy para edificios terciarios
En el contexto actual de exigencia energética y transformación digital en el sector terciario, aplicar correctamente la norma UNE-EN ISO 52120-1 no es solo una buena práctica técnica, sino una estrategia clave para optimizar el rendimiento de los edificios y garantizar la trazabilidad de sus sistemas de automatización.
Esta norma, que forma parte del conjunto europeo EPB (Energy Performance of Buildings), establece una metodología objetiva para evaluar el nivel funcional de los sistemas BACS (Building Automation and Control Systems). Su propósito no es establecer medidas de ahorro directo, sino clasificar técnicamente la capacidad de un sistema BACS para contribuir al rendimiento energético del edificio.
¿Qué regula realmente la norma UNE 52120?
La UNE-EN ISO 52120-1 forma parte del conjunto de normas EPB (Energy Performance of Buildings) y establece el marco para evaluar el nivel funcional de los sistemas de automatización y control en edificios (BACS).
No se trata solo de tener sensores o temporizadores. La norma clasifica tu sistema según su capacidad real para contribuir al ahorro energético, en cuatro niveles: Clase D, sin automatización o con sistemas obsoletos; Clase C, control básico (por ejemplo, encendido/apagado manual); Clase B, automatización eficiente y adaptativa; y Clase A, sistema avanzado con optimización energética integrada.
Cuanto mayor sea el salto funcional (por ejemplo, de C a B o de D a A), mayor será el potencial técnico para una gestión energética optimizada. Este cambio de clase puede utilizarse como base de cálculo en instrumentos como la ficha TER050 para generar CAEs.
¿Qué impacto tiene la UNE-EN ISO 52120-1 en la eficiencia energética?
La norma UNE-EN ISO 52120-1 no prescribe medidas de ahorro energético concretas, ni establece objetivos cuantificables de consumo. Su finalidad es proporcionar una metodología para evaluar la funcionalidad de los sistemas de automatización y control de edificios (BACS) en relación con su capacidad para contribuir al rendimiento energético global del edificio.
Este enfoque normativo se traduce en una clasificación funcional del sistema BACS en cuatro niveles (Clase D, C, B y A), que reflejan el grado de automatización, supervisión, interoperabilidad y control adaptativo del sistema instalado. Como ya mencionamos anteriormente, cuanto mayor es el nivel funcional, más capaz es el sistema de apoyar una gestión energética eficiente y optimizada.
En este sentido, un sistema BACS que aspire a una clase B o A deberá cumplir con funcionalidades adecuadas.
- Ajuste automático de la climatización, iluminación o ventilación en función de variables dinámicas como la ocupación real, las condiciones exteriores o las consignas energéticas del edificio.
- Capacidad de control basado en la demanda, permitiendo respuestas adaptativas a las necesidades reales de uso.
- Supervisión continua y centralizada de todos los subsistemas para garantizar coherencia en el funcionamiento (por ejemplo, evitando que un sistema de climatización trabaje en exceso cuando hay aporte solar pasivo).
- Interoperabilidad entre equipos y sistemas, un requisito esencial para alcanzar niveles funcionales altos.
Aunque la norma no establece directamente un ahorro energético en términos de kWh, la implantación de un sistema con alto nivel funcional según UNE 52120 crea las condiciones técnicas necesarias para reducir consumos energéticos, mejorar el confort y aumentar la estabilidad operativa del edificio.
Además, contar con un sistema que permita la monitorización estructurada y el control centralizado de consumos energéticos abre la puerta a otras ventajas indirectas:
- Optimización de los costes operativos gracias a la reducción de consumos innecesarios.
- Mejora en la toma de decisiones técnicas a partir de datos trazables.
- Soporte técnico para estrategias de mantenimiento preventivo o predictivo.
- Facilita el cumplimiento de compromisos ambientales y criterios ESG, al disponer de una base técnica fiable y auditada.
¿Cómo se aplica esta norma en la ficha TER050?
La ficha TER050, parte del catálogo nacional del sistema CAE, establece cómo se calcula el ahorro energético teórico que se puede convertir en CAEs. Este cálculo se basa en la mejora de clase funcional según la UNE 52120, sin necesidad de mediciones reales de consumo.
Para validar este cambio de clase, solo necesitas esquemas funcionales del sistema instalado, imágenes de la instalación y una declaración técnica del nivel alcanzado (emitida por el ingeniero o instalador). Aquí es donde contar con una plataforma como OTEA facilita el proceso documental y mejora la trazabilidad técnica de todo el sistema automatizado.
¿Qué consigues al automatizar bajo la UNE 52120?
Adoptar esta norma no es solo una cuestión de cumplimiento: tiene un impacto operativo y económico inmediato. Con un sistema BACS alineado con la UNE 52120 y bien conectado a una plataforma de gestión como OTEA, puedes lograr menor consumo energético y menos incidencias, ya que la automatización reduce errores humanos y permite actuaciones predictivas.
Además, dispondrás de datos útiles y trazables para auditar consumos, justificar decisiones y responder a exigencias ESG. También podrás obtener liquidez sin depender de subvenciones, porque los ahorros documentados se transforman en CAEs comercializables. Y por último, mejorarás la percepción de sostenibilidad de tu edificio, ganando valor ante clientes, licitaciones e inversores.
En OTEA lo hacemos fácil
En OTEA somos el aliado tecnológico que necesitas para gestionar de forma inteligente la energía y el mantenimiento de tus instalaciones, con garantías de cumplimiento normativo y resultados tangibles desde el primer día.
Aportamos la plataforma, los datos y el acompañamiento necesarios para que tu sistema no solo automatice, sino que también controle, mida, detecte, optimice y justifique el ahorro energético conforme a la norma UNE 52120 y a la ficha TER050.
Nos aseguramos de que los sistemas conectados a OTEA cumplan con los requisitos funcionales exigidos y estén correctamente documentados para facilitar la validación técnica. Además, te ayudamos a transformar todos esos datos en decisiones inteligentes y ahorro medible.
Sabemos que moverse entre normativa, digitalización y sostenibilidad puede ser complejo. Por eso ofrecemos una plataforma unificada, con capacidad para centralizar la automatización, la telegestión, la eficiencia energética, el mantenimiento remoto y el análisis ESG.
Ya lo hemos hecho en decenas de edificios del sector terciario, y cada proyecto es una nueva oportunidad para demostrar que la eficiencia energética no tiene por qué ser complicada cuando cuentas con las herramientas adecuadas.