Sistemas BACS: el pilar de la sostenibilidad energética en edificios terciarios
El consumo energético en los edificios juega un papel crucial en la lucha contra el cambio climático. En Europa, los edificios representan cerca del 40% de la energía consumida y generan aproximadamente el 36% de las emisiones de CO₂. Dentro de este panorama, el sector terciario, que engloba oficinas, supermercados, comercios y hoteles, es uno de los mayores responsables de este consumo.

Para optimizar el uso de la energía y reducir su impacto ambiental, los Sistemas de Automatización y Control de Edificios (BACS, por sus siglas en inglés) se han convertido en una solución clave. Estos sistemas permiten gestionar de forma inteligente y centralizada los diferentes equipos e instalaciones de un edificio, asegurando un funcionamiento eficiente y reduciendo el desperdicio energético.
Gracias a esta automatización, se consigue no solo un ahorro significativo en el consumo de energía, sino también un entorno más confortable y seguro para quienes ocupan estos espacios. Implementar un BACS no solo supone un avance en términos de sostenibilidad, sino que también representa una inversión rentable con un retorno económico a corto y medio plazo.
¿Qué son los sistemas BACS y cómo mejoran la eficiencia de los edificios?
Los Sistemas de Automatización y Control de Edificios (BACS, por sus siglas en inglés) son soluciones tecnológicas que optimizan el funcionamiento de los sistemas técnicos dentro de un edificio, mejorando su eficiencia energética y operativa. Funcionan como el «cerebro» del edificio inteligente, asegurando que todo funcione de manera coordinada, segura y confortable para los ocupantes.
Estos sistemas integran sensores, actuadores, controladores y software para automatizar y supervisar aspectos clave como la climatización (calefacción, ventilación y aire acondicionado), iluminación, consumo eléctrico, agua caliente sanitaria y otros subsistemas. Gracias a esta tecnología, un BACS es capaz de regular la temperatura de forma automática según la ocupación y las condiciones exteriores. También gestiona la iluminación del edificio, encendiendo o apagando luces en función de la presencia de personas para evitar consumos innecesarios. Además, optimiza la calidad del aire, ajustando los caudales según la calidad ambiental, y es capaz de detectar y corregir fallos en los sistemas técnicos en tiempo real. Todo esto se traduce en un menor desperdicio energético y un mayor control sobre el rendimiento del edificio sin comprometer el confort de sus usuarios.
La Directiva Europea de Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD) define los BACS como sistemas que combinan productos, software y servicios que permiten una gestión automatizada y eficiente de los sistemas técnicos de un edificio. Su implementación no solo permite ahorros significativos en el consumo energético, sino que también mejora la gestión operativa del edificio, facilita el mantenimiento y contribuye a la sostenibilidad.
Diferencias entre BACS y BMS: Más allá de la automatización
En el sector, a menudo se utiliza el término BMS (Building Management System) como sinónimo de BACS, pero aunque comparten similitudes, no son exactamente lo mismo.
El BACS se centra principalmente en la automatización y optimización del uso de la energía. Su objetivo es garantizar la eficiencia energética y el confort de los ocupantes mediante el control automático de los sistemas técnicos del edificio, como la climatización, la iluminación y la ventilación.
Por otro lado, el BMS no solo se encarga de la eficiencia energética, sino que también abarca la gestión integral del edificio. Además de controlar la climatización y la iluminación, un BMS puede encargarse de aspectos como la seguridad y el control de accesos, gestionando videovigilancia, alarmas y entradas y salidas del edificio. También permite la administración de espacios y ocupación, optimizando la distribución de oficinas, salas de reuniones y otras áreas. Asimismo, facilita la monitorización avanzada de activos, supervisando el estado de ascensores, sistemas de refrigeración o frío industrial y equipos críticos. Además, puede integrarse con otros sistemas de gestión empresarial, como ERP y mantenimiento predictivo, ofreciendo una visión más estratégica del funcionamiento del edificio.
Mientras que un BACS actúa como el sistema nervioso del edificio, asegurando que sus funciones esenciales sean energéticamente eficientes, un BMS es como el cerebro global, que no solo gestiona la eficiencia energética, sino que también coordina todas las operaciones del edificio.
Ambos sistemas pueden coexistir y complementarse, pero un BACS es imprescindible para garantizar la optimización energética, mientras que un BMS permite una gestión más amplia y centralizada de todas las infraestructuras del edificio.
Beneficios de los sistemas BACS en edificios terciarios
La incorporación de un Sistema de Automatización y Control de Edificios (BACS) transforma la manera en que se gestionan los inmuebles del sector terciario. Su implementación no solo optimiza el consumo energético, sino que también mejora la operatividad, el confort y la sostenibilidad del edificio.
Ahorro energético y reducción de costes
Uno de los beneficios más evidentes de un BACS es su capacidad para minimizar el consumo de energía. Al gestionar de manera automatizada los sistemas de climatización, iluminación y ventilación, evita derroches y ajusta el uso de la energía según la demanda real del edificio. Esto se traduce en una reducción significativa de los costes operativos, lo que permite a las empresas recuperar la inversión en un período relativamente corto.
Mayor confort para los ocupantes
El bienestar de quienes trabajan o visitan el edificio es otro aspecto clave. Un BACS mantiene las condiciones ambientales óptimas en todo momento, regulando automáticamente la temperatura, la humedad y la iluminación. Al adaptar estos parámetros en tiempo real y según las necesidades de cada zona, se evitan fluctuaciones incómodas y se crea un entorno más agradable y productivo.
Mantenimiento eficiente y prolongación de la vida útil de los equipos
El control inteligente de los sistemas permite detectar fallos antes de que se conviertan en problemas mayores, lo que reduce la necesidad de reparaciones costosas y prolonga la vida útil de los equipos. Gracias al análisis continuo del rendimiento, los técnicos pueden programar mantenimientos preventivos en lugar de reactivos, evitando imprevistos y optimizando la operatividad del edificio.
Cumplimiento normativo y certificaciones ambientales
Las regulaciones en materia de eficiencia energética son cada vez más exigentes, y los BACS facilitan el cumplimiento de estos requisitos al garantizar un uso racional de la energía. Además, su implementación puede ser determinante para obtener certificaciones ambientales reconocidas, lo que no solo mejora la reputación del edificio, sino que también lo hace más atractivo para inversores y usuarios comprometidos con la sostenibilidad.
Sostenibilidad y reducción del impacto ambiental
Reducir el consumo energético implica también una menor huella de carbono. Al hacer un uso más eficiente de los recursos, un BACS contribuye a la sostenibilidad del edificio y apoya los objetivos globales de reducción de emisiones. Esto no solo beneficia al medioambiente, sino que también permite a las empresas alinear su gestión con políticas de responsabilidad ecológica.
Optimización de la gestión operativa
Un BACS ofrece una visión centralizada y en tiempo real del estado de los sistemas del edificio, lo que facilita la toma de decisiones estratégicas. Al contar con datos precisos sobre el rendimiento energético y el funcionamiento de las instalaciones, los gestores pueden actuar con mayor rapidez y eficiencia, mejorando la planificación y reduciendo errores.
Cumplimiento normativo de los sistemas BACS
La legislación europea y española exige la instalación de sistemas BACS en grandes edificios terciarios antes de 2025. La Directiva (UE) 2018/844 obliga a inmuebles con potencia térmica superior a 290 kW a contar con automatización y control para mejorar la eficiencia energética. Por su parte, en España, el Real Decreto 178/2021 adapta esta normativa en el RITE, estableciendo que estos sistemas deben monitorizar y optimizar el consumo energético, detectar ineficiencias y proponer mejoras e integrar equipos de diferentes fabricantes.
Los edificios con BACS avanzados pueden incluso sustituir inspecciones energéticas obligatorias. Además, varias comunidades autónomas ofrecen subvenciones para su instalación.
BACS, sostenibilidad y certificaciones ambientales
La automatización mediante sistemas BACS es clave en la estrategia de descarbonización y eficiencia energética de los edificios terciarios. Al reducir el consumo de energía, disminuyen directamente las emisiones de CO₂, contribuyendo a los objetivos de la UE de neutralidad climática para 2050.
Además del ahorro energético, los BACS facilitan la integración de energías renovables. Pueden programar consumos como la producción de agua caliente o la carga de vehículos eléctricos para coincidir con momentos de máxima generación solar o ajustar el uso de la energía a los horarios más eficientes y económicos.
En cuanto a certificaciones ambientales, los BACS juegan un papel clave en LEED y BREEAM, mejorando la puntuación en categorías de energía, confort y gestión. Un edificio con monitorización y control inteligente cumple fácilmente con los requisitos de medición, eficiencia y sostenibilidad exigidos para obtener estas certificaciones.
Además, los BACS son esenciales para edificios que buscan convertirse en EECN (Edificios de Consumo de Energía Casi Nulo) o incluso en edificios de energía positiva, optimizando cada aspecto del consumo para maximizar la eficiencia.
Implementar BACS no solo reduce el impacto ambiental, sino que prepara a los edificios para un futuro inteligente y conectado, donde la automatización será un pilar fundamental en la gestión de la energía urbana.
¿Cómo puede ayudarte OTEA?
En EcoMT somos expertos en la implantación de sistemas BACS/BMS orientados a mejorar la eficiencia energética en edificios del sector terciario. Nuestra plataforma OTEA centraliza el control inteligente de todas las instalaciones —climatización, iluminación, autoconsumo, calidad del aire, entre otras— permitiendo la monitorización en tiempo real, la automatización para la reducción de costes y el cumplimiento de normativas como la UNE-EN ISO 52120 y la ficha TER050, clave para la obtención de Certificados de Ahorro Energético (CAE).
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