Qué son los CAEs y cómo benefician a las empresas en 2025

En un contexto donde la eficiencia energética es clave para la competitividad y sostenibilidad de las empresas, los Certificados de Ahorro Energético (CAEs) han emergido como una herramienta fundamental para transformar el ahorro de energía en un activo financiero. En un mundo donde los costos energéticos siguen en aumento y la regulación ambiental es cada vez más estricta, encontrar mecanismos que conviertan la eficiencia en rentabilidad es una prioridad para cualquier organización.

Los CAEs no solo representan una oportunidad para reducir el impacto ambiental y mejorar la gestión energética de los edificios, sino que también abren la puerta a nuevas fuentes de ingresos al monetizar cada kWh ahorrado. Empresas de todos los sectores están comenzando a adoptar estos certificados como parte de su estrategia de optimización de costos y cumplimiento normativo, aprovechando al máximo los incentivos disponibles.

Pero, ¿realmente conoces todo su potencial para el sector terciario? Desde oficinas y hoteles, hasta hospitales y centros comerciales, pasando, cómo no, por tiendas de moda o supermercados. Y es que cada vez más empresas están descubriendo que los CAEs pueden marcar la diferencia entre una inversión en eficiencia energética con un retorno a largo plazo y una estrategia rentable con beneficios inmediatos.

¿Qué son los CAEs y cómo benefician a las empresas?

Los Certificados de Ahorro Energético (CAEs) son documentos electrónicos que certifican de manera oficial el ahorro de energía final conseguido gracias a una medida de eficiencia energética. Cada 1 kWh ahorrado se convierte en un CAE, lo que permite a las empresas no solo reducir sus costes operativos sino también monetizar el ahorro energético mediante la venta de estos certificados en un mercado regulado​​.

El sistema de CAEs surge como una alternativa innovadora dentro de las políticas de eficiencia energética, facilitando a las empresas recuperar parte de su inversión en proyectos de ahorro. De este modo, además del impacto directo en la factura energética, los CAEs funcionan como un instrumento financiero que genera un flujo adicional de ingresos​.

¿Cómo se generan y validan estos certificados?

El proceso de generación y validación de los Certificados de Ahorro Energético (CAEs) sigue un procedimiento estructurado que garantiza la transparencia y la trazabilidad de los ahorros energéticos obtenidos.

1.     Implementación de una medida de eficiencia energética

Todo comienza con la ejecución de una actuación de ahorro energético, que puede abarcar desde la instalación de iluminación LED de alta eficiencia, la modernización de sistemas de climatización con tecnologías avanzadas, hasta la integración de sistemas de automatización y control (BACS) en edificios terciarios. Estas medidas deben cumplir con los requisitos técnicos establecidos en las fichas de medidas estandarizadas o, en su defecto, someterse a una evaluación individual si se trata de una actuación singular.

2.     Medición y verificación

Para garantizar que el ahorro energético es real y cuantificable, un verificador acreditado por ENAC (Entidad Nacional de Acreditación) debe analizar el impacto de la medida implantada. Este proceso incluye la recopilación de datos de consumo antes y después de la intervención, la aplicación de metodologías de cálculo reconocidas y la validación de que el ahorro conseguido es atribuible a la medida implementada.

3.     Emisión del CAE

Una vez verificados los ahorros, se procede a la emisión del certificado. La administración competente, generalmente a nivel autonómico, revisa la documentación presentada y otorga los CAEs correspondientes. Cada certificado representa 1 kWh de ahorro anual y queda registrado en el Sistema Nacional de Obligaciones de Eficiencia Energética (SNOEE), asegurando su trazabilidad dentro del mercado energético.

4.    Comercialización

Con los CAEs en su poder, las empresas pueden venderlos en el mercado a los sujetos obligados, que son principalmente comercializadoras de electricidad, gas y operadores de productos petrolíferos. Estas empresas deben cumplir con sus cuotas anuales de ahorro energético y, para ello, pueden comprar CAEs en lugar de realizar aportaciones directas al Fondo Nacional de Eficiencia Energética (FNEE).

Además, el sistema permite la participación de los sujetos delegados, que son entidades acreditadas para gestionar CAEs en nombre de los sujetos obligados o de otras empresas interesadas. Estos intermediarios facilitan la tramitación, financian proyectos a cambio de los certificados y ayudan a maximizar el valor de los CAEs en el mercado.

La venta de CAEs puede realizarse a través de acuerdos directos con sujetos obligados o mediante sujetos delegados, lo que permite a las empresas elegir la estrategia más conveniente según su capacidad de gestión y necesidades financieras.

Beneficios clave de los CAEs

El Sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAEs) se ha convertido en una herramienta esencial para las empresas que buscan optimizar su consumo energético, reducir costes y alinearse con las exigencias normativas. Más allá de su impacto económico, los CAEs representan una oportunidad para modernizar instalaciones y avanzar hacia un modelo más sostenible y competitivo.

Beneficios clave de los CAEs

Rentabilidad y reducción de costes

Cada kWh ahorrado no solo reduce la factura de electricidad o gas, sino que también puede convertirse en un ingreso adicional mediante la venta de CAEs en el mercado. Este mecanismo hace que las inversiones en eficiencia energética sean más rentables, ya que acelera el retorno de la inversión y genera un flujo de ingresos complementario.

Además, la reducción del consumo energético optimiza el rendimiento de sistemas como iluminación, climatización y procesos industriales, minimizando costes operativos y de mantenimiento, alargando la vida útil de los equipos y mejorando la eficiencia general de las instalaciones.

Cumplimiento normativo

La regulación en materia de eficiencia energética es cada vez más exigente. Los CAEs ayudan a las empresas a cumplir con las obligaciones legales establecidas en normativas nacionales y europeas, como el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) o la exigencia de contar con sistemas de automatización en grandes edificios terciarios antes de 2025. De este modo, se evitan sanciones y se garantiza el alineamiento con las estrategias de descarbonización y sostenibilidad.

Modernización y digitalización

La eficiencia energética no solo implica reducir consumos, sino también gestionar mejor los recursos. La integración de tecnologías avanzadas, como los sistemas de automatización y control (BACS), permite a las empresas monitorizar en tiempo real el consumo energético, optimizar su operación y detectar ineficiencias de forma proactiva. Esto facilita la digitalización de edificios y contribuye a la evolución hacia entornos inteligentes y sostenibles.

Marco regulatorio en España: claves para 2025

El Sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAEs), regulado por el Real Decreto 36/2023, establece un mercado en el que las comercializadoras de electricidad, gas y otros sujetos obligados pueden adquirir estos certificados como alternativa a su aportación al Fondo Nacional de Eficiencia Energética (FNEE). Este modelo, alineado con las directrices europeas, incentiva la inversión en eficiencia energética al monetizar los ahorros obtenidos, permitiendo que las empresas recuperen parte de su inversión en mejoras energéticas.

¿Qué cambia en 2025?

A partir de 2025, el sistema estará plenamente operativo, consolidando una nueva dinámica de incentivo al ahorro energético. Esto significa que:

  • Las empresas que hayan implementado medidas de eficiencia desde enero de 2023, así como aquellas que lo hagan en 2024, 2025 y en adelante, podrán solicitar la emisión de sus CAEs.
  • Estos certificados podrán venderse en el mercado, ofreciendo a las empresas un retorno financiero adicional por sus inversiones en eficiencia energética.
  • El sistema de verificación y certificación de los ahorros estará totalmente desarrollado, facilitando el acceso a los CAEs para cualquier empresa que cumpla con los requisitos normativos.

En este contexto, la implementación de medidas de eficiencia energética deja de ser solo un cumplimiento regulatorio para convertirse en una estrategia económica rentable, donde cada kWh ahorrado se traduce en una reducción de costes y una nueva fuente de ingresos.

Catálogo de medidas estandarizadas: una referencia clave

El marco regulatorio establece un Catálogo de Medidas Estandarizadas, desarrollado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Este catálogo es esencial para agilizar la certificación de los ahorros y facilitar la emisión de CAEs. En él se incluyen fichas técnicas que detallan:

  • Metodologías de cálculo para determinar el ahorro energético de cada tipo de actuación, como iluminación LED, climatización eficiente o automatización de edificios.
  • Criterios de certificación que permiten convertir el ahorro en CAEs de manera sistemática y verificable.
  • Procedimientos de verificación para garantizar la validez de los ahorros declarados.

El uso de este catálogo simplifica el proceso para las empresas, ya que, al tratarse de medidas predefinidas, el cálculo del ahorro y la certificación resultan más rápidos y accesibles.

Cumplimiento normativo y marco de obligaciones

En 2025, las empresas del sector terciario deberán cumplir con nuevas normativas de eficiencia energética que exigen la incorporación de tecnologías avanzadas para la optimización del consumo. Entre los requisitos más relevantes se encuentra la obligación de instalar sistemas de automatización y control (BACS) en edificios con una potencia térmica instalada superior a 290 kW, en cumplimiento del Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE).

Este tipo de sistemas permiten una gestión más eficiente del consumo, ajustando automáticamente el uso de climatización, ventilación e iluminación en función de la ocupación real y la demanda energética. No solo se trata de una exigencia legal, sino de una oportunidad para reducir costes operativos y generar ingresos adicionales a través de los CAEs.

Las empresas que no se adapten a tiempo podrán enfrentarse a inspecciones, sanciones y un mayor gasto energético debido a ineficiencias en sus instalaciones. En cambio, aquellas que cumplan con la normativa no solo evitarán riesgos, sino que también podrán beneficiarse de incentivos económicos, mejorar su eficiencia operativa y reforzar su posicionamiento en sostenibilidad.

Ficha TER050: la clave para la automatización en edificios terciarios

Dentro del Sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAEs), la Ficha TER050 desempeña un papel clave en la modernización del sector terciario, impulsando la adopción de sistemas de automatización y control (BACS). Estos sistemas optimizan el consumo energético al gestionar de manera inteligente infraestructuras como climatización, iluminación y agua caliente sanitaria, ajustando su funcionamiento a la ocupación y necesidades reales del edificio.

Además de mejorar la eficiencia operativa y reducir desperdicios, la instalación de un BACS es un requisito normativo. El Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) establece que los edificios de gran tamaño deben incorporar estos sistemas antes de 2025. Su implementación no solo garantiza el cumplimiento legal, sino que también mejora el confort térmico y lumínico y facilita la gestión centralizada del edificio.

Automatización rentable: ahorro certificado y monetizable

Más allá de la eficiencia energética y la sostenibilidad, la Ficha TER050 convierte la automatización en una inversión económicamente viable. Al implementar un BACS, las empresas pueden certificar el ahorro energético conseguido y monetizarlo mediante los CAEs permitiendo obtener CAEs, o bien rentabilizando el proyecto.

  • Obtener Certificados de Ahorro Energético, que pueden venderse en el mercado a sujetos obligados, generando ingresos adicionales.
  • Reducir el período de retorno de la inversión, facilitando la rentabilidad del proyecto.

De este modo, la automatización de edificios no solo responde a una exigencia regulatoria, sino que se transforma en una oportunidad para ahorrar, modernizar y generar ingresos, asegurando una gestión energética más inteligente y sostenible.

Casos de uso: cómo los CAEs están transformando el sector terciario

El impacto de los Certificados de Ahorro Energético (CAEs) en el sector terciario es cada vez más evidente, permitiendo que empresas de distintos ámbitos reduzcan sus costes energéticos y, al mismo tiempo, obtengan ingresos adicionales por sus ahorros certificados. Veamos algunos ejemplos concretos que ilustran su potencial.

En el caso de las oficinas, la modernización del sistema de iluminación, sustituyendo fluorescentes por tecnología LED, permite reducir el consumo eléctrico de manera significativa. Este ahorro puede certificarse como CAEs, generando una nueva fuente de ingresos sin necesidad de realizar inversiones complejas.

En el sector hotelero, la implantación de sistemas BACS en climatización y ventilación optimiza el consumo energético. Este tipo de automatización no solo disminuye costes operativos, sino que también mejora la experiencia del cliente, garantizando un confort térmico óptimo sin desperdiciar energía en habitaciones o zonas comunes desocupadas.

Por su parte, los centros comerciales pueden beneficiarse de los CAEs a través de la modernización de sus sistemas de refrigeración y aire acondicionado. Estas mejoras no solo reducen el consumo eléctrico, sino que también incrementan la eficiencia operativa, alargando la vida útil de los equipos y mejorando la rentabilidad del negocio.

Desafíos y consideraciones a tener en cuenta

A pesar de los numerosos beneficios que ofrece el Sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAEs), su adopción conlleva ciertos desafíos que las empresas deben considerar para maximizar su rentabilidad y asegurar una implementación eficiente.

Uno de los principales retos es la complejidad del proceso administrativo. Para que una medida de ahorro energético sea certificada y convertida en CAEs, es necesario presentar una documentación técnica detallada, que incluya cálculos de ahorro, características del proyecto y pruebas de su impacto real. Además, estos datos deben ser validados por un verificador independiente acreditado, lo que añade un nivel adicional de exigencia en la tramitación.

Otro factor clave es la inversión inicial. Aunque los CAEs permiten recuperar parte del gasto realizado, la empresa debe asumir el coste total del proyecto por adelantado antes de empezar a percibir los beneficios económicos de la venta de los certificados. Esto puede representar una barrera para organizaciones con limitaciones de liquidez, especialmente si el retorno de la inversión se proyecta a medio o largo plazo.

En este contexto, los sujetos delegados pueden desempeñar un papel fundamental al facilitar el acceso a los CAEs. Estas entidades acreditadas pueden gestionar la tramitación completa del certificado en nombre de las empresas, reduciendo la carga administrativa y agilizando los procesos. Además, en algunos casos, los sujetos delegados pueden ofrecer financiación parcial o total del proyecto a cambio de los CAEs generados, permitiendo a las empresas beneficiarse del sistema sin necesidad de afrontar toda la inversión inicial.

Por último, la volatilidad del mercado es un aspecto que no se puede ignorar. El valor de los CAEs depende de la oferta y demanda en el mercado energético, lo que implica que su precio puede fluctuar. Aunque en teoría debería mantenerse por debajo del coste de las aportaciones al Fondo Nacional de Eficiencia Energética (FNEE), la rentabilidad final de los certificados puede verse afectada por factores externos, como cambios regulatorios o la evolución de los precios de la energía.

A pesar de estos desafíos, el Sistema CAE sigue siendo una herramienta clave para fomentar la eficiencia energética y rentabilizar proyectos sostenibles. Con una planificación adecuada, el apoyo de sujetos delegados y una correcta gestión del proceso, las empresas pueden minimizar los riesgos y maximizar los beneficios que ofrece este mecanismo.

¿Cómo aprovechar esta oportunidad?

Los Certificados de Ahorro Energético son una herramienta poderosa para mejorar la rentabilidad y sostenibilidad del sector terciario. Aprovechar al máximo su potencial requiere planificación, inversión en tecnología eficiente y un conocimiento detallado del sistema. ¡En OTEA estamos aquí para ayudarte a dar el salto hacia una gestión energética inteligente y rentable!

¿Listo para optimizar el consumo de tu empresa y generar ingresos adicionales? Contáctanos y descubre cómo los CAEs pueden impulsar tu estrategia energética en 2025.

Caso de Éxito: automatización energética con sistema BACS en cadena de supermercados

Una cadena de supermercados ha implantado un sistema BACS conforme a la ficha TER050 en ocho de sus centros, con una superficie media de 1.500 m² por local. La actuación integró el control automatizado de calefacción, refrigeración e iluminación, lo que permitió mejorar la eficiencia energética de los edificios, pasando de una clase D a una clase B según la norma UNE-EN ISO 52120-1:2022.

Esta mejora se tradujo en una reducción del consumo energético de 60 MWh/año, certificado conforme al procedimiento estandarizado de la ficha TER050. Gracias a este ahorro, se generaron Certificados de Ahorro Energético (CAE) por valor de 6.600 €, al aplicar un precio de mercado de 110 €/MWh.

Además del ingreso directo por CAEs, la intervención supuso una disminución del 29 % del consumo eléctrico anual, mejorando el confort y digitalizando las instalaciones para su gestión remota mediante la plataforma OTEA. El retorno de la inversión se redujo de 23 a solo 16 meses, demostrando la viabilidad económica de este tipo de actuaciones cuando se alinean con el sistema CAE.

Este caso ejemplifica cómo la combinación de tecnología, normativa y una plataforma de control como OTEA puede convertir los sistemas de gestión energética en una palanca real de ahorro y sostenibilidad para el sector terciario.

Validado por

Sergio

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